COMPETITIVIDAD EN EL DEPORTE PARA NIÑOS ¿DIVERSIÓN O RIESGO?

Millones de niños en el mundo realizan cualquier disciplina deportiva. Todos somos conscientes que el deporte beneficia a los niños en los aspectos físicos, psiquicos, psicomotrizes, ...

Tiene la capacidad de influir positivamente al desarrollo social del deportista enseñando además disciplina, trabajo cooperativo, manejo de situaciones de estrés.

No obstante a los niños involucrados en el deporte de competición a menudo se les exige externamente por encima de sus capacidades emocionales y físicas llevando en muchos de sus casos a abandonos tempranos de la práctica deportiva y cargas emocionales que puedan surgir de la sensación de fracaso por el deportista.

Demasiadas veces el deporte representa, en gran parte, un medio para satisfacer los deseos de los adultos que le rodean. Los niños que crecen involucrados en deportes de competición, están dominados por adultos, dejándoles poco espacio de libertad, auto iniciativa y creatividad.

Antes de alcanzar los 6 o 7 años el niño no puede comprender la competición, los niños menores de 9 años son incapaces de diferenciar entre los conceptos de esfuerzo y capacidad. La intensidad del entrenamiento y la forma en que se realiza deben adaptarse a las capacidades del niño y o al revés.

Muchos especialistas creen que hasta la edad de 11 o 12 años, los niños dan la misma importancia a o tros factores antes que a ganar. La acción, los juegos informales, la interacción social, los juegos informales, la interacción social, mejorar sus habilidades, participación social son algunos de los aspectos.

El niño está permanentemente en peligro cuando los adultos imponen en lugar de adaptar sus propios valores, las percepciones, y las demandas físicas y mentales